La planta generadora se encuentra sincronizada con la línea comercial durante todo el periodo "punta", por lo que siempre tenemos presentes las dos fuentes de energía. En caso de que falle la planta de emergencia, el control permutará inmediatamente la carga a la línea comercial sin cortes de energía, evitando la motorización del equipo. La planta registrará la falla. Al corregirse esta falla, el operario oprimirá el botón de automático y se restablecerá el sistema de autoabastecimiento de energía.

En el momento del corte, la planta generadora intentará suministrar energía eléctrica a toda la zona, lo cual evidentemente no será posible. La planta mandará abrir inmediatamente el interruptor de la línea comercial, suministrando energía únicamente en el circuito de emergencia. Cuando se reestablezca el suministro por parte de la compañía suministradora, el sistema se sincronizará con la línea comercial y podrá seguir exportando energía a otros circuitos, en el caso que así se requiera.

De acuerdo a las especificaciones de los fabricantes de motores, el mayor desgaste que sufre un motor se registra en los arranques, ya que en casos de emergencia el motor alcanza las 1800 RPM en el menor tiempo posible. Cuando la planta genera energía en el periodo punta no existe ninguna emergencia, por lo que el equipo arranca en bajas RPM y realiza una rampa de velocidad hasta alcanzar las 1800 RPM.

Después de hacer una rampa de velocidad, nuestro tablero se sincroniza con línea comercial y en ese momento manda la señal para que se cierre el interruptor de emergencia "sin carga" evitando el arco eléctrico que se forma cuando se hace con carga. Posteriormente comienza un manejo de carga, y de lo que se trata es de descargar a la línea comercial y cargar a la planta mediante una rampa hasta alcanzar la potencia de generación. Este mismo proceso de rampa de carga y velocidad se realiza para la retransferencia, ampliando con estas medidas la vida útil de los interruptores.